domingo, 5 de diciembre de 2010
Asociación Amigos del Pueblo Saharaui de Herencia: "Los niños saharauis son embajadores de su tierra y solo con su presencia nace el apoyo a su causa"
No es el resultado de una interesada y oportuna respuesta política concebida a partir de una cierta visibilidad, e incluso presión, mediática por los episodios sucedidos en el Sahara Occidental a raíz de la actuación violenta de Marruecos en los asentamientos de Gdaim Izik, muy ceca de El Aaiún. No, absolutamente no se trata de eso sino de un compromiso adquirido desde que en 1997 un grupo de herencianos se tropezaran de repente con la realidad saharaui, a través de unos niños. “Nos pilló de sopetón. Surgió a través de los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Recuerdo la perplejidad de la gente cuando nos veía con un niño con la piel tan oscura agarrado de nuestras manos, incluso se decían que estaban adoptados. Aquellas 10 primeras familias que acogieron a los niños planearon formar la asociación”. Desde entonces la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Herencia ‘El Uali’ ha incorporado nuevos miembros, nuevos compromisos hasta llegar a la actualidad a los 90 socios, comprometidos y ayudando en distintos ámbitos a la defensa de los derechos del pueblo saharaui. Estos días se desarrollan en Herencia unas conferencias, organizadas por la asociación, para dar a conocer la historia, el conflicto actual y la cultura del pueblo saharaui. “Ahora es un momento propicio para hacerlo debido a la actualidad mediática de las últimas semanas. Existe una necesidad de explicación de la cuestión saharaui”.
¿Existe un desconocimiento de la cuestión saharaui en nuestra sociedad?
Herencia está particularmente sensibilizada a causa de los niños saharauis que vienen en verano con el programa Vacaciones en Paz. Pero eso no quiere decir que se tenga un conocimiento amplio de lo que está pasando. Normalmente la gente adopta una postura pro saharaui por simpatía con los niños, y se sabe que hay una violación de los Derechos Humanos. En líneas generales hay un cierto conocimiento pero la verdadera causa y el verdadero sufrimiento del pueblo saharaui es aun desconocido por la mayoría de los ciudadanos.
¿Qué es lo hacéis desde la asociación?
Se crea un plan de trabajo diariamente ya que no está preestablecido porque se deriva de la propia necesidades coyunturales del pueblo saharaui, tanto de los campamentos de refugiados como de los territorios ocupados y liberados. Siempre estamos a instancias de las prioridades que marca el Frente Polisario [Movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental] y de la Medialuna Roja: medicinas, alimentos, juguetes, etc. Nos adherimos a campañas que se inician en ámbitos globales como pueda ser una caravana de alimentos organizada por el Comité Estatal de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui. Pero también llevamos pequeños proyectos propios. Actualmente tenemos un plan de colaboración con hospitales, de aportación de material sanitario y colaboramos con un centro de discapacitados visuales, les hemos dotado con un vehículo todoterreno,..
Por otro lado hay personas de Herencia que trabajan con la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Ciudad Real, con el objetivo de preparar a alumnos para que realicen sus prácticas universitarias en los campamentos de Tinduf. Aunque la actividad estrella es el programa “Vacaciones en paz”. Llevamos cuatro años siendo la sede de acogida de los niños saharauis que llegan a nuestra comunidad y todo esto conlleva un esfuerzo de voluntariado, coordinación y ayuda muy importantes ya que recibimos de 800 a 1.000 niños.
¿Qué es el programa Vacaciones en paz?
Programa a nivel nacional mediante el cual vienen niños saharauis a todas las comunidades autónomas durante el verano. Este año han sido casi 640 niños en Castilla-La Mancha, aunque otros años han llegado a ser más de mil. El proyecto tiene un sentido humanitario, aunque nosotros decimos que con un trasfondo político porque todos los niños son embajadores de su tierra y por su sola presencia nace la conversación y la causa. El verdadero objetivo es sacar del infierno del desierto a estos niños durante algunos meses ya que llegan a soportar incluso 60º a la sombra, con escasez de medios y de agua, darles alimentación adecuada y proporcionarles revisiones médicas adecuadas. Hay quienes cuestionan este Programa porque argumentan que se acostumbran a las comodidades de aquí y luego tienen que regresar. Pero ¿te puedes creer que esos niños que incluso teniendo aquí tantas facilidades y no teniendo allí nada cuando faltan 15 días para irse lo están deseando? ¿Por qué? Porque es allí donde está su familia, su gente. No olvidan que aquí dejan otra familia, y de ahí mismo surge el vínculo entre la familia saharaui y la española.
¿Y vuestra ayuda es solo para los saharauis que viven en los campamentos de refugiados en Argelia o también a los que están en el territorio ocupado por Marruecos?
Principalmente ayudamos a los saharauis que viven en los campamentos de refugiados o los territorios liberados, porque a los que viven en Marruecos es casi imposible. Aunque el pueblo saharaui es una diáspora, hay saharauis por todo el mundo. Por ejemplo hay un gran número de niños becados en Cuba que están estudiando y a esos niños también hay que ayudarles y mandarles alimentación, medicinas,… De hecho nuestras ayudas en fármacos se han destinado precisamente a los niños saharauis en Cuba.
¿Qué dificultades que veis en vuestra labor?
Cada vez cuesta más captar a familias que se comprometan realmente con la causa saharaui. Solemos cansarnos en seguida. Quizás porque no se conoce a fondo el problema y nos quedamos con lo emocional de los niños saharauis que acogemos en verano. Y además está la crisis que también influye en este tipo de ayudas humanitarias: este año hemos recogido la mitad que otros años.
Pero imagino que se puede ayudar de otra forma que no sea solamente económica.
Hay muchas maneras de ayudar al pueblo saharaui, por ejemplo el Plan Bubisher mediante el cual un grupo de jóvenes han preparado un camión-autobús que va recorriendo todos los campamentos. Se trata de una biblioteca móvil que se mantiene con el trabajo de voluntarios que se van renovando periódicamente. No solo se apoya con dinero sino precisamente haciendo visible su problema, hablando de ellos y sensibilizando a la gente. Eso también es importante: que se valore y respete su cultura. Porque en definitiva ir a una manifestación, que es lo que puede presionar al Gobierno para que adopte una postura que realmente pueda ayudar a la solución definitiva del conflicto, parte del conocimiento de la gente, y de la sensibilidad que se tenga.
¿Cómo veis el conflicto saharaui hoy en día?
Todo el mundo ayuda humanitariamente al pueblo saharaui, pero a la hora de condenar no condena nadie a Marruecos. La comunidad internacional hace ojos ciegos a lo que está pasando. No faltan elementos de juicio para valorar lo que ha pasado en el campamento de protesta de Gdaim Izik que, además, no era una manifestación con reivindicaciones indenpendentistas, sino una manifestación pacífica que reclamaba mejoras económicas y sociales y una igualdad de trato con respecto a los marroquíes. Aquello se eliminó literalmente por las fuerzas del orden y el ejército armado. El aplastamiento de derechos humanos que se está llevando en la zona ocupada del Sahara se tapa y silencia sistemáticamente.
¿Es realista un Sahara Independiente después de 35 años de ocupación marroquí y existiendo colonos con esa edad que llevan allí toda su vida?
En las negociaciones que se están llevando entre ambas partes los saharauis plantean, partiendo de un referéndum de libre autodeterminación, que en el caso en que ganara la independencia habría un trato preferencial con Marruecos: compartiendo los recursos económicos, y favoreciendo un trato de igualdad con los colonos marroquíes que pasarían a ser ciudadanos saharauis y no se les expulsaría obligatoriamente. En cambio Marruecos no cede en su postura que no es sino la autonomía del Sahara Occidental pero dentro del Reino de Marruecos y no cede porque Mohamed VI no tiene seguro de que en caso de producirse el referéndum el resultado fuera favorable para sus intereses. Y esto es así porque lo que está pasando en Marruecos es que hay una dictadura muy dura y con una fuerte represión. Y muchos marroquíes votarían a favor de los saharauis. Hay mucho miedo a que si levantas la voz te desaparezcan.
Cada vez se hacen notar más fuertes las voces saharauis que hablan de volver a la lucha armada. ¿Qué opinión os merece esta realidad?
Hay una confrontación de sentimientos: lo que nos dice la cabeza y el corazón. La cabeza nos asegura que una guerra no lleva a ningún sitio y que no es sino un sufrimiento para todo el mundo. Pero es al único callejón sin salida que están dejando al pueblo saharaui. Ya llevan 35 años esperando una solución diplomática que no llega. Incluso desde que el Frente Polisario dejara las armas desde 1991 siempre se ha trabajado en buscar una solución pacífica y sin embargo Marruecos continua su opresión del pueblo saharaui y la violación sistemática de los Derechos Humanos.
Si finalmente el conflicto volviera a las armas, ¿cogeríais un fusil para luchar por la libertad del pueblo saharaui?
Coger el fusil no porque seríamos un muerto más. Pero tenemos dos brazos para coger una camilla, o cuidar niños en los campamentos, o seguir enseñando en los colegios. En un conflicto bélico se puede ayudar de muchas maneras, no solo con un arma. Aunque si fuera preciso, pues incluso también lo cogeríamos. Pero esperamos que no se llegue a esos estremos. Bien es cierto que Marruecos tiene muchos apoyos internacionales, sobre todo con Estados Unidos y Francia, pero no hay que olvidar que los saharauis también tienen los suyos y no convendría menospreciar sus capacidades. Hay muchos intereses económicos y estratégicos en la zona y no interesa qu se destabilice con una guerra. Ten en cuenta que si el conflicto armado estallara no se libraría exclusivamente la zona geográfica del Sahara sino en muchos puntos del mundo, tanto en Marruecos como algunos puntos estratégicos de Europa del sur, y por supuesto no sería una guerra convencional.
¿Qué pueden hacer los herencianos y los políticos locales por el pueblo saharaui a día de hoy?
Hablar sobre el asunto, difundir su realidad y condenar lo que está pasando. Necesitamos presionar a nuestros gobernantes para que condenen la violación de derechos humanos que Marruecos está haciendo con el pueblo saharaui. Y la mejor forma de presión es el voto. No se puede dar la confianza a unos políticos que hacen ojos ciegos a un genocidio. Y los políticos de Herencia que continúen ayudando como han hecho hasta ahora y simbólicamente que cuelguen del balcón del Ayuntamiento la bandera saharaui unos meses como muestra de apoyo.
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