jueves, 24 de febrero de 2011

La vida del pobre


"Hay que ver cómo viven los pobres". Eso decía mi amiga Belén el otro día cuando fuimos al Primark: camisas de vestir a 5 euros, calzoncillos, camisetas, a dos euros, corbatas dos por cinco euros, y un sinfín de precios para hacer frente a la crisis y salir bien vestido. Rematamos la noche en un Mc Donnald´s de un centro comercial comiendo hamburguesas de un euro... y tan felices.

Ayer continúe con el modus vivendi del pobre, a saber: me fui al CashConverters a vender unos móviles viejos que iba a tirar. Según llegué se me acercaron dos hombres, cual aves rapaces, para ver qué traía y negociar. Finalmente pasé de hacer la cola en el establecimiento para que tasaran lo que traía y me conformé con los 10 euros que me daba el gitano en metálico, al momento y sin saber si funcionaban o no. Y tan contento con mi "venta" me fui a cortar el pelo que, a fin de cuentas, me salió gratis.

Hay que ver cómo viven los pobres o economía de guerra es lo que mucha gente se ve obligada a hacer en esta crisis tediosa y apoltronada. Pero se vive, y se sobrevive, y muy dignamente. Está bien que uno que es de clase media y acomodado por la suerte que le ha tocado vivir (y por algo de esfuerzo personal también, por qué no decirlo) se baje del ritmo de vida acostumbrado y sienta que la vida puede ser otra cosa. De nuevo el cambio que he empezado a vivir desde hace poco, y que me obliga a contar, y pensar mucho más que antes, cada euro que gasto me alecciona sobre la vida y sobre los hábitos que nos creamos y que casi defendemos cuando imprescindibles. Sí, otra vida es posible, aquello de no es más pobre quien más tiene sino el que menos necesita no es una falacia. Y que a los 30 uno tenga que volver a vivir como cuando era estudiante sin recursos más que una desgracia es una bendición, un máster de humildad, de humanidad y de responsabilidad económico-social que no tiene precio.

Sea como fuere, lo único claro es que "la vida del pobre" no es ninguna deshonra, ni mucho menos. Incluso los hábitos de una vida más modesta pudieran ser motivo de más orgullo que los de otro nivel de vida más ostentoso. No es que prefiera tener menos dinero, claro está. Lo que pasa es que es muy gratificante darse cuenta de que es posible vivir feliz con menos recursos. Que no es una utopía. Siempre gastamos energías, esfuerzos y cambiamos hasta nuestro carácter por conseguir un trabajo con más responsabilidades y más dinero.... olvidándonos, a veces, de nosotros mismos, de nuestra felicidad. Es la vorágine en la que estamos metidos hasta los huevos y de la que resulta difícil escapar. Por eso, cuando uno consigue abstraerse siquiera por un momento de esa fuerza centrífuga es muy revelador. Porque al final la vida son dos días y más vale vivirla que pretenderla.

martes, 22 de febrero de 2011

Un pequeño paso hacia la libertad (personal)


¿Quién iba a pensar que 2011 iba a ser tan movidito? Después de un 2010 lento, pesado, tedioso y sumido en una pesada crisis, llega este año de repente, como un vendaval. A nivel internacional ahí están los países islámicos, haciendo añicos tantos años de abusos, sacándonos los colores a los gobiernos que lo hemos permitido, haciendo un ejercicio supremo de libertad. Y los cambios pasaron de Túnez a Egipto y de ahí a una lista de estados que no ha acabado aún.

Cambios, cambios y cambios en distintas instancias: políticas, económicas, sociales... Pero también personal. Porque así, de repente, como salido de la nada se me ha hecho nacer una revuelta interna. Contra mí, contra mi estabilidad y comodidad, contra el control que ejerzo diariamente sobre mi vida. Una revuelta que ha hecho añicos mi proyecto de vida, tan estancado en los últimos meses. Y así, he derribado la dictadura de mi trabajo que no me gustaba. Ahora navego dirigido por un gobierno de transición, el paro, pero no importa. Aunque tenga menos dinero, aunque las perspectivas no sean nada claras no significa que esté peor.

Ahora empieza todo. Ahora es el momento. Ahora, en mi primer día después de dejar mi trabajo, miro al frente y, pese a los miedos sociales y la coyuntura económica, sonrío. La oportunidad que me está esperando en Viena, en las Naciones Unidas, es algo que mi espíritu rebelde, juvenil e inconformista no podía dejar pasar por alto.

Siempre dije que nunca es tarde si la dicha es buena. Eso lo pensaba cuando hablaba de otros, pero dar el paso uno mismo cuesta y asusta. Pero estoy contento de haber vencido tales miedos y haber dado ese paso, un pequeño paso para este hombre, un paso más hacia la libertad.

martes, 15 de febrero de 2011

Jesús 'Chamusca': "Pienso que si no hiciera nada ya no sería Chamusca"


Es domingo y hace frío. La cita es en una nave a las afueras del pueblo. Jesús nos recibe en su santuario: un espacio diáfano repleto de figuras creadas por el mismo, retazos de carrozas, material diverso, herramientas y un desván con infinitos objetos antiguos que esperan a que las manos de “Chamusca” les devuelvan la prestancia perdida, cubierta por los años y el polvo. Nos conduce por una puerta y entramos a una estancia más pequeña, con una camilla donde hace gimnasia diariamente, y más esculturas, y fotografías. Parece el tunel del tiempo, y de la artesanía. Una amalgama de sensaciones y curiosidades, un museo de aperos mezclados con ingenios y curiosidades. Es la guarida de un artesano, de un artista rural con un espíritu inquieto e indomable.

¿Cuándo empezaste a hacer carrozas de Carnaval?
La primera, un barco pirata, la hice en 1961. Y al año siguiente, con Bernardo Carpuela, hicimos otro: el San Rafael, una réplica de uno que había en Barcelona. He hecho más de cuarenta carrozas y ahora esto trabajando en reproducirlas en maquetas para exponerlas algún día. Empecé porque me gustaba y era mi ilusión. Ya desde pequeño, cuando iba con mi padre al pozo, me sentaba en el brocal arropado con una manta para darle al borrico cuando se parara y allí mismo me entretenía con una navajilla haciendo figuras o amasando barro. Así empezó mi afición por crear. Con 10 años entré al taller de los JAFER y ahí aprendí a soldar y manejar el hierro que me es útil para las carrozas.

Hace unos años te enfadaste con el Ayuntamiento de Herencia porque no te premiaron. ¿No vas a continuar haciendo tus esperadas carrozas?
(Suspiro) Ahora mismo no tengo idea de hacer nada hasta que no me den alguna explicación de lo que pasó. Mira que llevo años presentando carrozas y muchas veces me he enfadado, pero como ese año ninguno porque no había carrozas tan buenas como para que la que yo hice no se llevara ningún premio. No lo entiendo, con todo lo que me esforcé y lo espectacular que era aquella carroza de catorce metros. Fue muy injusto. Quizás hubiera razones políticas porque en esa carroza iba gente subida del PP… Aunque de todos modos el año pasado no presenté ninguna carroza con mi nombre, pero le hice una a “Los Traviesos” porque al final no puedo resistir no hacer nada. También preparo la sardina todos los años, incluso aquel que me enfadé tanto. Y continuaré haciéndola porque no tengo valor a no llevarla después de tanto tiempo encargándome de eso.

¿Y si cambiaran los políticos actuales, volverías a hacer carrozas?
A mí los políticos me dan igual. Me da lo mismo la gente de derechas que de izquierdas porque lo único que quiero hacer son cosas para mi pueblo. No quiero que me halguen diciendo “¡qué bien Chamusca!” pero sí que hagan las cosas bien hechas. Lo que no puede ser es que, por ejemplo, vayan algunos representantes del Ayuntamiento a hablar de la feria de Herencia a Onda Cero y hablen de todo menos de la exposición de fotografías antiguas que monto en el Teleclub, con la de gente que va a verla. Eso me llega al corazón y ha sucedido en varias ocasiones.

También eres conocido por montar cada año un belén con muchas figuras.
Mi ilusión es que haya en el pueblo cosas que ver. Este año por ejemplo estaba muy malo porque estoy de vueltas con un quiste en la pierna y cuando llegaba la gente a la Labradora y me decían: “Jesús, que todavía no has empezado a montar el belén”, me da ba una cosa... Así que terminé haciendo el esfuerzo y lo monté para el pueblo.

¿Quién te ha enseñado a ti a hacer este tipo de cosas?
Nadie. Las cosas que hago las he ido fraguando yo mismo, aprendiendo poco a poco. Siempre estoy liado con algo. A lo mejor estoy acostado y se me viene a la cabeza una idea. Entonces me levanto y la apunto para que no se me olvide y poder hacerla luego, aunque sea dentro de dos años. Hago muchas cosas que no se enteran los hijos ni la mujer porque sino me dirían que soy tonto.

Volviendo a los belenes, ¿desde cuándo lo llevas haciendo?
Desde pequeño he hecho belenes en mi casa. Cuando me casé continué haciéndolo en el hall de tal forma que incluso para pasar a la cama teníamos que pasar a gatas por debajo del belén. Como me regañaba la mujer me fui a al caño donde estaba la casa que han tirado, la de las Montonas, y allí lo hice varios años hasta que llegó don Pedro el párroco y me ofreció hacerlo en la iglesia. Y finalmente en la ermita de La Labradora que es donde lo hago actualmente. donde lo hice otros cinco años o por ahí. Y luego ya me vine a la Labradora. Aunque también le he hecho el belén a mucha gente, por ejemplo este año se lo he hecho a los del Centro de día. O sea, que yo a todo el que viene le ayudo en lo que puedo. No tengo valor para decirles que no.

Eres aficionado a la fotografía y organizas una exposición anual de fotografía antigua en la feria
Es algo que me ha gustado de siempre. Quizás sea de verlas cuando iba a afeitar a mi tío y luego me pasaba con mi primo Chamusca, que era como un hermano en mi familia, y tenía un estudio de fotografía. No sé. El caso es que voy recopilando fotografías antiguas durante todo el año. Se las pido a las gentes, hago una fotocopia, las amplio y luego las expongo en feria. Llevo haciéndolo desde mediados de los ochenta. Todos los años las renuevo y hasta ahora no he repetido ninguna.

Gracias a ti comenzó la exposición anual de pintura, ¿no es así?
Lo del certamen de pintura lo empezamos Manuel Fernández-Caballero “Carpuela” y yo. Me acuerdo que estaba entonces Julián el relojero, que era muy artista, y que también pintaba cuadros como Manuel. Le propuse a Carmen “la Petrola” la idea de pedirles cuadros a ellos, a Jesús Madero y a otros que yo sabía que también pintaban. Y así lo hicimos. La primera vez que expusimos fue en la antigua capilla del Colegio Redondo. Allí fue donde se hizo el primer Certamen de Pintura Villa de Herencia hasta que se salió la Petrola del Teleclub, y entonces empecé a hacerlo allí.

Pero te merece la pena tantos quebraderos de cabeza con la gente.
No me merece, pero yo me acuesto y no me duermo. Entonces pienso que soy así y si no hago nada ya no soy Chamusca, aunque tenga siempre esté atrampado por ello, comprando material e invirtiendo en cosas que luego me valen para hacer lo que hago.


¿Qué más cosas haces?

Hago esculturas con chapa. El premio que se ha dado este año en el I Concurso de Máscaras de Carnaval lo he hecho yo. Hago esculturas de quijotes, perlés, cabezudos, gigantes, personas, etc. Todas esas esculturas lo hago para mí. Tengo también una escultura de un Quijote de 2’60 metros en una rotonda a la entrada de La Guardia, y en Alicante tengo otro.También pinto cuadros y tejas.

Y durante unos años incluso construias unas Fallas.
Fue una idea que la comenté con Jesús Viso, que era muy devoto de san José. Le propuse hacer unas fallas por la festividad de San José, cuando yo vivía en la calle Gaitán. Pero los de la Junta no quisieron, así que cuando me casé y me vine a la Labradora pensé en hacerlo aquí en honor de la Labradora, el 15 de agosto. Lo hice durante once o doce años y dejé de hacerlo porque no tenía ningún tipo de ayuda. Algunos vecinos se quejaron porque decían que se les quemaban las persianas. Al final todo eran tropiezos e impedimentos, hasta que ya no pude más y lo dejé porque estaba yo solo.

¿No has pensado hacer nada para Semana Santa?
Si, también hago cosas. Llevo varios años haciendo el monumento de Semana Santa en la ermita de la Labradora. El año pasado por ejemplo hice un Cristo enclavado con un arado.

¿Crees que la gente del pueblo te valora?
No lo sé. Esto es como me decía don Pedro: “por muy bueno que seas, Chamusca, tienes tus enemigos, y por muy malo que seas tienes tus amigos”. Pues eso digo yo. Habrá a quien le guste lo que hago, y otros que dirán que lo hago porque me interesa o porque gano cuartos.

¿Qué opinas del objetivo para que declaren el Carnaval de Interés Turístico Nacional?
Lo veo todo muy artificial. No sé si es porque yo me he criado con la máscara de cuatro trapos. Ahora todo son trajes comprados. Me acuerdo que gozaba durante horas haciendo los trajes, los cascos o los escudos… Eso es el carnaval, y no ir a comprarlo. El carnaval de siempre la gente se hacía sus cosas, antes los gañanes se hacían sus pantalones de enea para salir, etc. Hay que hacer cosas para que se vea el carnaval. A los jóvenes los veo que están sólo con el jamón y los botellines. Están más tiempo comiendo y bebiendo que haciendo cosas. Por las noches, y el sábado, es cierto que hay mucho pegote, pero luego por las mañanas nadie. Yo podría una orquesta o simplemente un músico en la plaza, que esté ahí animando un poco. No hace falta más. Ya verías cómo mucha gente cogería cuatro trapos y se bajaría por las mañanas. A lo mejor el primer año no habría tanta gente, pero seguro que a otro año habría más. Durante el día no se nota que es Carnaval. ¿Por qué no ponen por ejemplo en las farolas, a la entrada del pueblo, carteles con el perlé, o con algunas máscaras, algo que anuncie el carnaval? Que al entrar al pueblo se sepa que es Carnaval. Ya he dicho muchas veces estas cosas, pero a mí nadie me hace caso.