lunes, 9 de febrero de 2009

LOS PELENDENGUES: "“EL CARNAVAL DE HERENCIA ES COMO UN GORRINO: TODO ESTÁ BUENO, HASTA LOS ANDARES"”


Surgieron de la nada. Se inventaron a ellos mismos para divertir y divertirse. Sin más pretensión que la jarana, sin más ayuda que sus imaginaciones, sin red y con triple salto mortal Los Pelendengues se presentaron en la inauguración que Al-MaAncha preparó en 1997. Desde entonces sus chirigotas son esperadas e imprescindibles cada viernes de Carnaval. Este año, además, acudirán al concurso oficial de chirigotas de Cádiz. El Rondadías se cuela en una de sus fiestas a un mes de su actuación, el 2 de febrero, en el teatro gaditano Manuel de Falla. Afuera hace frío y todo está blanco de nieve. Luis, Núñez, Nico, Nasser, Fontecha, José Juan, Ángel, Carlos Bombo, Mimi, Carlos Javier, Churri, Guiller, el Gato y Eugenio no son una pandilla de amigos sino una agrupación bien avenida, unidos por el gusto por el carnaval. La guitarra resuena al entrar, la alegría se palpa, los ánimos están calientes. Revuelo general, comienza la charla, hay momentos en que se pisan, pero se escuchan, se complementan, incluso contestan al unísono. Hay armonía, ritmo, sonoridad, dobles voces, colorido. Empieza el espectáculo.

En Herencia nunca ha habido tradición de chirigotas. ¿Cómo nace la idea de crear una en el pueblo?
Nos juntamos tres energúmenos que no teníamos otra cosa mejor que hacer y decidimos hacer algo que rompiera con la tradición del carnaval de Herencia. Había cantidad de asociaciones, de agrupaciones, mucha carroza, mucha máscara,… pero nosotros pretendíamos darle un aliciente más al carnaval. Algo distinto. Era un poco copiar las Chirigotas de Cádiz para darle un poco más de aliciente al carnaval. Lo único que queríamos era pasárnoslos bien.

Hoy en día no se concibe una inauguración del Carnaval sin vuestra actuación. ¿Tenéis miedo a defraudar?
No, no. Miedo nunca. Lo que sí sentimos es tener mucha responsabilidad. No copiamos a nadie: tenemos nuestro propio letrista, gente que saca la música, y ello supone un desafío cada año. Sabemos que Herencia en pleno está esperando ese día y tratamos de no defraudar. Nos esmeramos al máximo. Está claro que siempre va a ver alguna crítica. Tampoco es algo negativo porque significa que la gente ha estado pendiente y que nos ha escuchado. Lo peor para alguien es el silencio, o que no se hable de ello. En el momento en que halla alguna crítica se convierte en un nuevo reto para el año siguiente. Lo que sí es cierto es que la gente aquí en Herencia lo que espera es carnaza.

¿Y la dais?
No ha sido nuestro estilo ni lo será. La gente espera que se digan las cosas muy claras. Pero el estilo de nuestro letrista Nasser en estos años ha sido más sutil: dice lo mismo pero da más vuelta para llegar a ello, con más elegancia. La Chirigota, cuando se trata de temas del pueblo, lo único que hace es poner en boca propia lo que todo el mundo ha estado hablando a lo largo de ese año. No decimos nada que no se sepa. Nos hacemos eco de los cotilleos y les damos un toque de humor porque de eso hay que reírse un poquito: de la crítica, de lo que sucede. El carnaval es para eso.

También parece que os pone meteros con asuntos políticos…
Desde el punto de vista de cualquier chirigota no hay ningún repertorio que se entienda sin meter caña al gobierno o al alcalde de turno. A lo largo de los años es una cosa que hemos recogido y lo hemos reflejado. Siempre desde el cachondeo y sin ir más lejos de una mera crítica con humor.


Además de ser imprescindibles los viernes de carnaval en Herencia, Los Pelendengues también son conocidos en localidades ¿Qué pócima secreta tenéis para vuestro éxito?
Conforme hemos ido cantando la gente nos ha ido conociendo y nos han ido llamando de otros pueblos para distintos certámenes de chirigotas o grupos carnavaleros. Las cosas llegan y generalmente uno no se las espera. La verdad es que ahora tenemos incluso que rechazar algunas invitaciones porque nos coinciden con otras actuaciones o con el carnaval de Herencia. Nos preparamos para nuestro carnaval y ya está. Lo que venga después, pues bien, pero es que carnaval son quince días.

¿Cómo preparáis vuestras actuaciones?
Lo principal es el sacar el vestuario, el tipo que se llama. Teniendo esto se puede dar forma a lo que se quiera hacer. Tanto la presentación como el popurrí y el estribillo tienen que ir acorde con el tipo creado. Las canciones, los pasodobles, el cuplé, no tienen por que tener nada que ver con ese tipo, aunque sí una parte del repertorio. Lo importante en el carnaval es el personaje y a partir de él se crea el resto. Lo primordial no es el disfraz sino la historia que creas entorno al personaje. Esto es lo que da juego para poder adaptar ciertas cosas a los trajes, a las letras, al personaje.


En Los Pelendengues no hay ninguna mujer ¿Sois misóginos, o simplemente no hay quien os aguante?
La pregunta les coge por sorpresa y ríen, se mueven y disparan frases en tono jocoso por doquier: “Es que las mujeres las usamos para otras cosas”. Más carcajadas, más risas. Intentan recomponer la compostura y soltar alguna respuesta algo más seria. Se arranca uno de ellos con semblante circunspecto: “No, a ver, por tradición habitualmente las chirigotas son solo de chicos solos y si hubieran chicas no funcionarían” Las risas no cesan, se nota que llevan toda la tarde de juerga, el ambiente es distendido, se trata del carnaval a fin de cuentas y juegan en casa. Son colegas y les gusta divertirse, ¿por qué diablos habría que estar tan serio? Continúan las reacciones y cada vez que habla uno parece que la respuesta sólida y formal está al llegar: “En un principio, la gente que iniciamos la chirigota pensamos en ello. Era un tema muy serio. Nos preguntábamos si solo chicos o un grupo mixto. La decisión final fue que si lo hacíamos mixto tenía que ser con nuestras propias mujeres, porque claro con la de otros sería muy fuerte” Parece que la jarana les desbordada, la risa contagiosa no deja tranquilo a ninguno de los presentes. Continúan: “Y a nuestras propias mujeres estábamos hartos de tenerlas en casa. En cierta manera era una forma de salir y estar un rato con los amigos haciendo algo distinto. Si metíamos mujeres que no fueran las nuestras propias iba a ser el follón padre así que para no tener ningún problema decidimos que fuéramos chicos solo. Aunque las mujeres son importantes para la chirigota evidentemente. Nos apoyan, nos acompañan y están con nosotros en nuestras fiestas”

Los Pelendengues es la primera agrupación manchega que participa en el concurso oficial de chirigotas de Cádiz en el teatro Falla. Acudís con el espectáculo “y llegaron los de La Mancha…” ¿Qué se os ha perdido en Cádiz que no encontréis aquí?
De nuevo templan las cuerdas, afinan las guitarras espontáneamente. De nuevo lluvia de respuestas: “Gaditanas”. De nuevo las risas. “Yo me dejé allí las llaves el otro día, la verdad”. De nuevo se ve al grupo, esos Pelendengues bromistas, tranquilos, pícaros, diversos. De nuevo más voces: “Para nosotros nuestro pueblo es lo primero y más que nada en carnaval. No salimos a otro sitio mientras sea el carnaval de Herencia, pero también es verdad que cuando empezamos nuestro referente era el carnaval de Cádiz y para un chirigotero la meta o el fin es el poder cantar o actuar allí. Nos costó tomar la decisión pero vamos a cumplir un sueño que teníamos, una ilusión. Después vendremos a Herencia y vamos a cantar como todos los años.

Y para sufragar los gastos del viaje os sacasteis de la chistera un calendario en el que aparecíais semidesnudos…
Además de la ilusión e incrementar los ensayos para llegar al nivel exigido, para ir a Cádiz lo que hace falta son cuartos. Y como algunos ya teníamos ganas de desnudarnos, siendo muy originales, pensamos hacer unos calendarios de ese estilo. Es que necesitamos financiación. Creíamos que las empresas más fuertes de Herencia nos ayudarían y lo cierto es que hasta ahora no lo han hecho. Es cierto que el ayuntamiento sí nos apoya, como todos los años. Nos paga el viaje, pero además están los trajes, el dormir, el forillo que le llaman allí ellos al decorado y el telón. Todo eso supone un presupuesto de unos 7.000 euros. Eso si solo vamos una vez porque como se nos ocurra hacerlo bien y tengamos que ir en más ocasiones, pues más pasta.

¿Qué es lo peor y lo mejor del carnaval herenciano?
El baúl de la abuela es lo que se echa de menos. Falta la máscara de la calle y es ahí mismo donde está el carnaval. Ese es el motivo de que Los Pelendengues bajemos el domingo a tomar las cañas, para ambientar, y la mayoría de los años disfrutamos más que el viernes, porque es en las plazas, en la calle, con la gente, donde de verdad se lo pasa bien uno y disfruta. Pero el carnaval se ha ido transformando poquito a poco. La culpa la tenemos las propias asociaciones y agrupaciones. Es una degeneración que se trabaje tanto en un traje para salir solo y exclusivamente hora y media el martes del Ofertorio. Antes esa gente se vestía de máscaro. Pero ahora en vez de coger la ropa del baúl te pones el disfraz del año anterior y se van perdiendo tradiciones. Es una evolución peligrosa. También es porque se nos impone, y entramos más al trapo, el tema del concurso.
Cuando la gente tiene su meta en el dinero resulta peligroso. Es triste que el carnaval, que es meramente para divertirse, se transforme en un asunto económico. Cuando se dice voy a hacerme un traje para ganar dinero, entonces se pierde la esencia y se entra en la dinámica de lo que es el concurso. Si una agrupación lleva como meta el dinero es el fin.
De todos modos, el carnaval de Herencia es como un gorrino: está todo bueno, hasta los andares. Es un carnaval para todos, todo pasa, todo vale sin llegar a molestar. Hay buen rollito. No hay ningún pueblo de alrededor en el que la gente, no solo los jóvenes, sino todo el mundo esté los cuatro días que dura el carnaval involucrados tanto de día como de noche, incluso personas mayores que no salen el resto del año a la calle. Eso es lo bonito y lo hace diferente al resto, y no nos lo quita nadie.